miércoles, 27 de octubre de 2010

V de venganza, M de malparida.

Para Malpa, y para todo nuestro reino, la venganza es un plato que se sirve frío. La venganza nos motiva, nos libera. Pero sobre todo Hermanas, la venganza: NOS DIVIERTE.

¿Qué significa venganza? La venganza consiste en la reprimenda contra una persona o grupo en respuesta de una mala acción recibida.

La venganza persigue un objetivo perjurioso. El concepto de venganza implica hacer sentir a alguien, el mismo dolor que a uno provocó.

Hermanas, en este bendito reino, lamentablemente estamos obligadas a lidiar con ese grupo, que todas conocemos muy bien, LOS HOMBRES. Debemos educarlos, guiarlos, dominarlos. (N.A: de lo contrario no deberías estar leyendo esto). Ellos por naturaleza, se las pasan pecando, y nosotras perdonando el pecado. Pero yo me pregunto querida congregación, ¿Cuántas veces pensaron que se merecían sufrir un poquito más?

Situación: Nos dejan por otra. Obviamente lo primero que hacemos es un trabajo de inteligencia muy sofisticado, en cual averiguamos toda la biografía completa el objeto en reemplazo. (N.A: cuando digo “completa” me refiero a MUY COMPLETA. Hemos llegado a descubrir cosas que ni el objeto sabía).

Luego de esta ardua investigación sigue el segundo paso: “NO PUEDO CREER QUE ME HAYA DEJADO POR ESE BAGARTO”. (N.A: SIEMPRE son bagartos).  Y después de esto pasamos tres procesos: Ira, criticamos, nos reimos, lloramos. Vale aclarar que la Ira en esta religión está totalmente permitida, siempre y cuando se dirija a un sujeto masculino.

Vale aclarar también que aquella perra que nos saco al único hombre potable que pudimos encontrar, no está permitida en esta religión. (N.A: Les hacemos daño a los hombres, no a nuestras hermanas) así que, GATOS, A ABSTENERCE.

Sí, son cuatro estados que vienen de la mano. Son cuatro estados mágicos, ya que una vez que los superamos, pasamos a un nivel superior  y GLORIOSO, llámese, VENGANZA. La diversión que nos entrega este sentimiento, es inigualable. Con solo imaginarte vos como una loca, con una piedra en la mano y sacando medidas para que caiga justamente en el medio de su cara… es tremendo. Hay muchos tipos de venganza y mucho tipo de vengadores: están aquellos que prefieren una venganza a escondidas y también están las que disfrutan que sepan de donde viene tanto sufrimiento (N.a: hablando sufrimientos sanos, dícese dolores de estómago ocasionado por una sobredosis de laxantes, una remera arruinada, el dolor de un sopapo, el asiento del auto mojado con cualquier sustancia olorosa). Existen las venganzas físicas, o materiales. Nosotras vamos a preferir las materiales, son más divertidas y se perdonan más rápido.

Yo creo que una buena venganza debe comenzar en romperle con una piedra todo el vidrio del auto. (N.a: esto no s deja totalmente liberadas de la ira, y nos permitirá pensar con mayor claridad los próximos atentados). CONSEJO DE LA MALPA: si rompemos un vidrio, lo cambian sin mayores, en cambio si rompemos el vidrio, pero también RAYAMOS TOODO EL AUTO, eso nunca lo podrán arreglan, y lograremos lo que siempre quisimos: ¡que nos recuerden para siempre!. Una vez que llegamos a este punto estamos totalmente satisfechas por nuestra labor. Pero viene una parte la cual DEBEMOS cumplir, ya que nos remite a uno de nuestros mandamientos:
MANDAMIENTO NUMERO SIETE: "Utilizaras todos los recursos convenientes para destruir su autoestima, en todo momento que creas necesario”

A partir de este momento, lo pondremos en marcha. ¡Ojo! Porque como buena Malparida, debemos tener un límite… acuérdense que nuestro fin es Reinar, Gobernar, y también… si… que volvamos a estar juntos.

Considero que una vez que todos estos puntos estén logrados, encontraremos la paz por la que tanto luchamos hermanas. Tranquilidad, perseverancia, histeria. Con estos tres postulados lograremos nuestro firme objetivo.


Si María Magdalena gobernó a Jesús, nosotras podemos con estos simples mortales con cara masculina.
Si María Magdalena pasó a la historia, Nosotras también.

Atte. Malpa P.

No hay comentarios:

Publicar un comentario